Antes de lanzarte a un psiquiatra, psicólogo, te recomiendo que reflexiones un poco sobre esto:
¿Has comido azúcar en exceso? ¿harinas procesadas?... dirás, y ésto qué tiene que ver... te puedo decir que MUCHO.
No soy médico, sólo una hipoglucémica con intolerancia a la glucosa y fui diagnosticada erróneamente con depresión hace tiempo. Me atiborraron de pastillas y lo único que lograron fue que:
1.- bajara de peso (prozac) pues aceleró mi metabolismo, pero tenía una temblorina general que daba vergüenza ajena... parecía viejita tembeleque
2.- incrementara la producción de prolactina en mi organismo, por lo que comencé a generar "leche", sin haber tenido la dicha de embarazarme o tener un hijo
3.- a las 3 semanas comencé a alucinar
4.- comencé con brinquitos nocturnos que después de un par de sustos que le dí a mi madre y la visita a un neurólogo, resulta que uno de los medicamentos que me dieron me estaba ocasionando episodios de epilepsia.
No fue hasta que llorosa mi hasta entonces psicóloga se disculpó porque una de sus pacientes que escuchaba voces (seguro esquizofrénica) se puso peor con los medicamentos que le dió aquél psiquiatra (el mismo que yo comencé a frecuentar), pues se fue de espaldas al saber que los mismos medicamentos que yo tomaba, los tomaba aquella mujer.
Fue de su sorpresa y la mía, que aquél viejillo se había casado con una jovencita y pues para hacerse de dinero para los caprichos de su nueva mujer, se daba a la tarea de distorsionar a los pacientes normales, para luego componerlos dando dosis locas para luego reducirlas. Mi madre furiosa quiso demandar, en aquél entonces, todo me valía queso y le dije que no tenía caso.
Las sesiones con aquél psiquiatra sólo se resumían a 1000 pesos la consulta (en 1997) por menos de 10 minutos en los que me preguntaba cómo me sentía -sin entrar en situaciones personales puesto que eso lo veía con la psicóloga- y la receta médica.
Resultado, un generadero de lana para los tipos estos y una destrucción permitida del paciente, puesto que la psicóloga recibía comisión por cada paciente que refiriera a este psiquiatra.
Así que mucho ojo también con quién decides si es que realmente piensas que tienes depresión.
Estos últimos días, he hecho el recuento de los daños:
Es un círculo vicioso: al sentirme estresada por la carga de trabajo, me da ansiedad por comer algo... se me hace tan fácil ir a la mini cocina de la oficina en donde tienen maquinitas de $25 centavos de dólar y basta con introducir la monedita, girar la "chunchita" y tener 8 M&Ms de cacahuate cubierto de chocolate... digo, no son muchos, pero cuando haces 3 viajes a la cocineta, ya te aventaste más de 50 gramos de azúcar... hecho ocurrido al menos de la semana pasada hasta ayer.
Aunque ayer, la jefa llegó con "cup cakes" y pues ni modo de hacerle el feo. Tomé uno, pero tuve la osadía de más tarde tomar otro. Craso error.
Resultados: me desperté sintiéndome basura, que no valgo nada, que mi trabajo es inútil y que soy una perdedora.
Por eso... echa un vistazo... tal vez te diste una sobredosis de azúcar en días anteriores y sólo estás teniendo una terrible resaca.
